VÍA LÁCTEA Y SISTEMA SOLAR

 



 

la Vía Láctea como una galaxia espiral, sin embargo, no siempre fue así, pues en sus inicios los astrónomos descubrieron que pudo tener una forma casi esférica y con acumulación de estrellas en sus bordes; pero al concentrarse el gas de hidrógeno interestelar neutro, la galaxia giraba con más rapidez, comenzando a achatarse, hasta llegar a tomar la forma de un disco. Específicamente, es una espiral barrada ya que su núcleo está constituido por una columna de masas solares y millones de estrellas, dicha columna sirve de soporte para dos brazos que le dan la rotación y la forma de espiral; estos brazos poseen otros brazos inferiores como el de Orión, en donde se encuentra nuestro Sistema Solar.


                                                                   VÍA LÁCTEA  

  Las primeras investigaciones certeras sobre el cosmos inician con Nicolás Copérnico, quien desarrolló la teoría heliocentrista, la cual se basa en que los planetas giran alrededor del sol, contradiciendo el antropocentrismo y el creacionismo de la iglesia; seguidamente Galileo Galilei reafirmó las investigaciones de Copérnico utilizando el telescopio, observando los cuerpos celestes, los mares, entre otros, Edwin Hubble muestra evidencias infalibles de que existía algo más complejo que los planetas, las galaxias, y la nuestra se denominó Vía Láctea

Nicolas Copenico

Cabe destacar que la Vía Láctea no es la única en su clase, pues pertenece al “Grupo local” o un conjunto de 50 galaxias interconectadas. En su interior se sitúa el agujero negro denominado Sagitario A. que tiene una masa de 4 soles y está ubicado a 26 mil años luz de la Tierra. El origen del nombre de nuestra galaxia se remonta a los romanos que lo definieron como “camino de leche” al observar en la oscuridad de la noche en el cielo, una mancha lechosa. 

“La Vía Láctea es cualificada como una galaxia caníbal, puesto que, desde su formación temprana ha crecido en tamaño comiéndose o absorbiendo a otras galaxias enanas y estructuras galácticas con menor peso gravitatorio” (National Geographic)


AGUJEROS NEGROS 

Los agujeros negros son los restos fríos de antiguas estrellas, tan densas que ninguna partícula material, ni siquiera la luz, es capaz de escapar a su poderosa fuerza gravitatoria.
Mientras muchas estrellas acaban convertidas en enanas blancas o estrellas de neutrones, los agujeros negros representan la última fase en la evolución de enormes estrellas que fueron al menos de 10 a 15 veces más grandes que nuestro sol.

Cuando las estrellas gigantes alcanzan el estadio final de sus vidas estallan en cataclismos conocidos como supernovas. Tal explosión dispersa la mayor parte de la estrella al vacío espacial pero quedan una gran cantidad de restos «fríos» en los que no se produce la fusión. Los agujeros negros atraen la materia, e incluso la energía, hacia sí, pero no en mayor medida que otras estrellas u objetos cósmicos de masa similar. Esto significa que un agujero negro con la misma masa que la de nuestro sol, no aspiraría más objetos hacia sí que nuestro sol con su propia fuerza gravitatoria.


                                                                      AGUJEROS NEGROS

SUPERNOVAS
Una supernova es la explosión más grande que los humanos hayan contemplado jamás. Todas las explosiones de las estrellas son extremadamente brillantes y superpoderosas.
as estrellas masivas queman enormes cantidades de combustible nuclear en sus núcleos, o centros. Esto produce toneladas de energia por tanto el centro se calienta mucho. El calor genera presión, y la presión creada por la incineración nuclear de la estrella también evita que la estrella se derrumbe.



SISTEMA SOLAR


Actualmente el sol es considerado el órgano más importante del Sistema Solar, puesto que puede generar luz, la cual es adquirida por planetas orbitales, tales como Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. La forma más común de calcular distancias astronómicas es mediante Unidades Astronómicas o UA, 1 UA es aproximadamente 149,6 millones de kilómetros

                     
SOL

El sistema solar está compuesto por astros, también conocidos como cuerpos celestes. Los mismos que se pueden visualizar por la noche sin la necesidad de telescopio desde la tierra; muchos de ellos son muy importantes, entre ellos están las cometas, meteoros, Cinturón de Kuiper, Nube de Oort y las nebulosas, éstas últimas son grandes nubes formadas de gases (hidrógeno, helio y polvo) que fueron expulsados de estrellas moribundas.



    SISTEMA SOLAR






Las estrellas son cuerpos celestes gigantes, compuestos principalmente por hidrógeno y helio, que producen luz y calor desde sus arremolinadas fundiciones nucleares. Aparte del Sol, todos los puntos luminosos que vemos en el cielo se encuentran a años luz de la Tierra. Las estrellas son los bloques de construcción de las galaxias, y existen mil millones en el universo. Es imposible saber cuántas estrellas hay, pero los astrónomos calculan que solo en la galaxia de la Vía Láctea hay aproximadamente 300 mil millones. 

ESTRELLAS


El nacimiento de una estrella ocurre dentro de las nebulosas, que son nubes de polvo constituidas por hidrógeno. A lo largo de miles de años, la gravedad provoca que las cavidades de materia densa dentro de la nebulosa colapsen bajo su propio peso.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICÁS 
  • Rodríguez, L. F. (1986). Un Universo en Expansión. México: La ciencia desde México.
  • Rachel Kranz, R. (2011). El Sistema Solar. China: Benchmark Education Company. LL.c.
  • Asimov, I., "Biblioteca Isaac Asimov del universo", Madrid, Ediciones SM, 1988.

  • Asimov, Isaac y Janet, "Fronteras II", Barcelona, Ediciones B.S.A, 1993





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